lunes, 24 de marzo de 2008

UN 'AMARGO' MIÉRCOLES SANTO





La lluvia dejó un 'amargo' sabor de boca en la jornada que marca el ecuador de la Semana Santa prieguense. A las siete de la tarde se suspendía definitivamente la representación del Prendimiento y pasados unos minutos de las diez de la noche, la hermandad del Mayor Dolor hacía lo propio con su estación de penitencia. Tras numerosas consultas y llamadas telefónicas a otras localidades por parte de varios miembros de la Junta de Gobierno se optó por esta decisión, amén de que no estaba previsto que remitieran las precipitaciones, como finalmente corrió.

En el interior del templo hospitalario se vivieron momentos muy emotivos e intensos. Brotaron las lágrimas en muchos rostros cuando las cuadrillas levantaron sus respectivos tronos, cuando Los Turutas interpretaron varias marchas, cuando la saeta se hizo lamento porque el Miércoles Santo no se tiñó de azul y negro.

Una nueva experiencia para los cofrades del Mayor Dolor que después de diecinueve salidas procesionales consecutivas, tuvieron que vivir en el interior de San Juan de Dios un amargo Miércoles Santo.

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