Tengo la suerte de tener buenos amigos a los que le encanta esto de la fotografía. Para colmo, alguno de ellos es un consumado fotógrafo con premios incluso de gran prestigio, como el caso de Manuel Molina o Antonio Sobrados.
Precísamente a Antonio Sobrados, al que ví el Miércoles Santo por San Juan de Dios, le he pedido estas fotografías, en las que nos ofrece otra perspectiva de los momentos que se vivieron en el interior del templo hospitalario tras conocerse la noticia de la suspensión del desfile procesional.
Gracias Antonio por permitir que podamos disfrutar de ellas.
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