La salida de la artística cruz de guía de La Pollinica a la plaza de San Pedro, marcaba ayer el inicio oficial de la Semana Santa prieguense, esperada con ciertas ganas después de una Cuaresma un tanto gris, en lo que a la climatología se refiere. Tal vez por ello, por esa sucesión ininterrumpida de días con lluvia y sin apenas sol, el día amaneció primaveral, radiante, lo que invitaba a salir a la calle y disfrutar de un Domingo de Ramos como manda la tradición. Y así lo hicieron muchos prieguenses y visitantes, que desde primeras horas de la mañana tomaron calles y plazas para vivir con intensidad el primer día de la Semana Mayor.
Así, y tras la bendición de las palmas y el pasacalles anunciador del primero de los desfiles procesionales del ciclo pasionista, los pequeños cofrades de la hermandad de La Pollinica inundaron de alegría la mañana en la que Cristo, a lomos del humilde asno, entraba en Jerusalén.
Juventud a raudales en un cortejo en el que destacaba el estreno de las 44 piezas que el orfebre cordobés José María Navarro ha realizado para la nueva candelería del trono de María Stma.de la Encarnación, que también estrenaba una nueva saya. Por su parte, Ntro. Padre Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén, lucía un original y colorista exorno floral, manteniendo por segundo año consecutivo el olivo, que tan acertadamente recuperó la Hermandad y que dota al misterio de un gran realismo.
Más de tres horas y media después de iniciarse el desfile, el último de los penitentes que componían el nutrido cortejo regresaba a San Pedro, finalizando la primera cita del Domingo de Ramos, que tenía su continuación, varias horas más tarde, en la parroquia de las Mercedes, donde a las 19:30 horas, con una puntualidad casi británica, la hermandad de La Paz, ponía su cruz de guía en la calle. Desfile elegante, sobrio en el guión procesional, pero a la vez con mucho encanto, destacando en este sentido el estreno de la vara del pendón, confeccionada por la empresa lucentina Paula Orfebres, autores igualmente del puñal que lucía María Stma. de la Paz, que había sido donado por unos hermanos residentes en la localidad madrileña de Alcorcón. Junto a éstos, cabe reseñar el acompañamiento musical del paso de palio, este año a cargo de la banda de música de la agrupación musical Cristo del Amor de Córdoba, formación que hasta no hace mucho era fija en la Semana Santa de la capital de la provincia y que ayer, acompañó de manera magistral con sus sones a la ya conocida en su barrio como Reina de Las Caracolas.
Al filo de la media noche y tras un desfile muy seguido por casi todo su itinerario, los titulares de La Paz regresaban a su templo, poniendo un brillante epílogo a un intenso Domingo de Ramos prieguense.
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