UNA CANDIDATURA EFÍMERA

Ni tres días mal contados ha durado la candidatura con la que me comprometí el pasado sábado. ¡Eso es brevedad!.

Pero en estos casi tres días ha sido muy curioso todo lo que me ha sucedido, todas las llamadas y correos que he recibido, y hasta algunos comentarios en la calle. Como decía no hace mucho tiempo, la cosa está que arde pero creía que no tanto.

Cuando, a eso de las seis de la tarde del pasado sábado, me llamó por teléfono la persona que encabezaría una de las candidaturas a Hermano Mayor de la Cofradía del Mayor Dolor, no lo dudé ni un segundo y me ofrecí "para lo que hiciera falta". Estaba con mi familia y uno amigos tomándome un café en una terraza de El Llano y media hora después, se nos acercó un conocido y me preguntó, si yo estaba en la Junta que había presentado uno de los ex-hermanos mayores. Mi respuesta fue que sí. ¡Las noticias vuelan!, pensé para mis adentros.

Al día siguiente, en el siempre activo foro Cofrades de Priego, hice mención a la existencia de dos candidaturas en el proceso electoral de nuestra Cofradía, una de ellas aún en ciernes, y varias horas después ya tenía un privado de la candidata oficial, recordándome la más que probable "inadmisión" por parte de la autoridad eclesiástica de la candidatura de la que yo formaba parte. La verdad que tenía su parte de razón, sobre todo por los avatares sufridos en el interior de la Cofradía en el último año, pero no le dí más importancia al tema. Lo que volví a comprobar es que hablar de determinadas cosas provoca dolor de cabeza a más de uno.

El lunes, nuevamente en el foro Cofrades de Priego, ya me dieron varios toques para que desistiera de seguir con el tema y recibí otro mensaje privado, más o menos con los mismos argumentos que el anterior.

Y el martes, a primera hora de la tarde, la misma persona que me había llamado para que formara parte de su Junta, me indicaba que finalmente desistía. Las presiones han podido con él y sobre todo, y eso sí que lo tengo claro, el amor que siente hacia esta Cofradía, aunque algunos, muy retorcidos ellos, quieran pensar lo contrario.

En el fondo me alegro por esta actitud que le honra, por esa valentía de comprometer a una veintena de personas para los próximos cuatro años y también por el valor que hay que tener para analizar la situación y dar marcha atrás.

Me comentó, y comparto totalmente su opinión, que dos candidaturas tan diametralmente opuestas en objetivos y conceptos serían una puñalada casi de muerte para una Cofradía con poco más de 300 hermanos. Tiene razón, pero hace exactamente ocho años pasó lo mismo y fue un revulsivo sin precedentes para la misma.

Los tiempos, claro está, han cambiado y de qué manera y los que un día fuimos artífices de ese paso hacia adelante, tenemos que ir retirándonos poco a poco antes de que otros nos retiren y utilicen para ello todas las artimañas habidas y por haber.

Así que, se acabó la aventura de formar parte de otra Junta de Gobierno del Mayor Dolor, por lo menos por ahora. Tiempo habrá en el futuro de afrontar ese reto personal.

Mucha suerte para los valientes que tomarán las riendas de la Cofradía porque tienen un trabajo arduo y complicado que afrontar y que Nuestro Padre Jesús Preso y su Santa Madre les ayuden en ese caminar, porque toda ayuda será poca.