Después del atracón de la Semana Santa, el cuerpo de todo cofrade que se precie necesita algo de tiempo y tranquilidad para reflexionar y analizar lo que ha sido nuestra Semana Mayor, otra vez más, deslucida por culpa de las inclemencias meteorológicas.
La verdad que reflexionar, he reflexionado poco, pero sí que he analizado algunas cosillas que durante los próximos días iremos desgranando, porque creo que merece la pena que se pongan en común.
A las puertas de mayo, con los cultos de la Hermandad del Rocío y las cruces para ir calentando motores de cara al mes más festivo de Priego, el mundo cofrade vuelve nuevamente con las pilas cargadas, presto y dispuesto a vivir, como sólo se sabe hacer en nuestra localidad, una de sus tradiciones mas antiquísimas.
Mientras todo eso ocurre, en el seno de algunas hermandades se afrontan períodos "cuasi" decisivos para su futuro más inmediato, renovándose en los próximos meses algunas Juntas de Gobierno tras los preceptivos procesos electorales previstos en el seno de las mismas.
En resumidas cuentas, que esto no para, para bien o para mal.
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