¡¡Menuda sorpresa me llevé anoche con el pregón de Fracisco Rafael de los Ríos Onieva!!.Conocía, por aquello de mi amistad con su tío Aurelio, la profunda convicción cofrade de Paquillo (como cariñosamente es conocido), su amor hacia la Soledad, su defensa de todo lo relacionado con el mundo de las cofradías en general y de la Semana Santa de Priego en particular. Pero tengo que reconocer que desconocía su faceta de orador, de palabra sencilla pero cargada de sentido, de poeta y de joven valiente a la hora de afrontar un reto como pronunciar un pregón juvenil, el primero de los celebrados en nuestra localidad.
Valiente, por el auditorio con el que contó, en un elevado porcentaje jóvenes a los que dirigió un mensaje claro: son el futuro y han de reconocer y asumir su papel tanto en las cofradías como en la comunidad cristiana. Valiente por la forma de estructurar su cuidada alocución. Valiente, en definitiva, porque no es nada fácil agradar a todos y él lo hizo.
Emotivo e intimista por momentos, de manera especial cuando recordó a sus dos abuelos, recurriendo a la anécdota en otros, el pregonero juvenil realizó un recorrido por los distintos desfiles de la Semana Santa prieguense, no disimulando sus sentimientos hacia aquellas cifradías y hermandades con las que se siente más unido.
Junto a una cuidada puesta en escena, en la que no faltó la proyección de varios montajes fotográficos, cabe reseñar la aportación musical con la que contó el pregón y de manera especial la buena saeta con la que la mayoría de los asistentes nos estremecimos.
Lo dicho, mi más sincera enhorabuena a Francisco Rafael (Paquillo), y suerte para la Hermandad de La Pollinica, promotora de esta iniciativa, para la elección del próximo pregonero juvenil. Suerte digo, porque el listón, de salida, se ha situado muy, muy alto.
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